Este descubrimiento se logró después de analizar las muestras bacterianas de dos hospitales de Australia durante 19 años
Enterococcus faecium. Ese es el nombre de la bacteria que ha sido objeto de estudio de un equipo de científicos australianos y que, con el pasar de los años, ha demostrado ser cada vez más potente en su resistencia a distintos antibióticos y productos antisépticos. En su más reciente búsqueda, los investigadores encontraron que la bacteria ha hallado la forma de sobreponerse al efecto del alcohol isopropílico, componente principal de los desinfectantes utilizados en los hospitales.
Los resultados de la investigación realizada por expertos de la Universidad de Melbourne fueron difundidos en la revista especializada Science Traslational Medicine. Este hallazgo se logró después de analizar las muestras bacterianas de dos hospitales del país durante 19 años.
En total, el estudio contó con 139 muestras que habían sido recolectadas previamente entre 1997 y 2015, en las que se revela cómo la Enterococcus faecium se ha adaptado progresivamente a distintas formas de control de infecciones, incluido el principal desinfectante utilizado en las instalaciones sanitarias de todo el mundo.
La primera fase de la investigación estuvo orientada a analizar la supervivencia de cada muestra de la bacteria al ser expuesta al alcohol isopropílico diluido. Los resultados revelaron una resistencia considerablemente mayor en las muestras que fueron recolectadas después de 2009, en comparación con la tolerancia al alcohol que tenían, en promedio, las bacterias que fueron tomadas antes de 2004.
Para probar este primer hallazgo, los investigadores emprendieron una segunda fase que consistió en diseminar distintas cepas de Enterococcus faecium en jaulas de ratones para medir cuáles de ellas colonizaban mejor en los roedores. El resultado fue que, efectivamente, aquellas muestras con tolerancia al alcohol tenían un impacto mayor en los ratones alojados en jaulas que habían sido limpiadas con alcohol isopropílico.
Un análisis del genoma de estas bacterias arrojó que las muestras que han logrado sobreponerse a este y otros antisépticos albergaban mutaciones genéticas que les conferían esta resistencia al alcohol. El siguiente paso, detallan, será examinar de la misma forma muestras de Enterococcus faecium que sean recolectadas en otros hospitales del mundo, para poder ampliar las conclusiones del estudio.
La Enterococcus faecium es una bacteria que bien puede estar alojada de forma inocua en el intestino humano, pero que también ha sido vinculada a diversas patologías de gravedad, entre ellas la meningitis neonatal.
“Los esfuerzos globales para mitigar la resistencia bacteriana deberían considerar cómo los microbios pueden adaptarse no solo a los fármacos, sino también a los alcoholes y otros ingredientes utilizados en los desinfectantes”, concluyeron los autores.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la resistencia a los antibióticos es hoy una de las mayores amenazas para la salud mundial, la seguridad alimentaria y el desarrollo.
Sobre el alcance del problema, el máximo ente sanitario explica: “la resistencia a los antibióticos está aumentando en todo el mundo a niveles peligrosos. Día tras día están apareciendo y propagándose en todo el planeta nuevos mecanismos de resistencia que ponen en peligro nuestra capacidad para tratar las enfermedades infecciosas comunes. Un creciente número de infecciones, como la neumonía, la tuberculosis, la septicemia, la gonorrea o las enfermedades de transmisión alimentaria, son cada vez más difíciles —y a veces imposibles— de tratar, a medida que los antibióticos van perdiendo eficacia”.
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