La Organización Mundial de la Salud (OMS) califica a las hepatitis virales B y C como dos de los grandes desafíos de la salud pública global. De acuerdo con sus registros, estas enfermedades afectan en la actualidad a unas 325 millones de personas en todo el mundo, y son las principales causantes de la aparición del cáncer de hígado, una patología que ocasiona 1,34 millones de muertes cada año.

Con motivo de la conmemoración del Día Mundial contra la Hepatitis, previsto para cada 28 de julio, el máximo ente sanitario lanzó este año la campaña “Hepatitis. Es hora de diagnosticar, tratar y curar”. Entre las medidas previstas por la OMS como parte de este iniciativa, se encuentran actividades que permitan alcanzar tres metas fundamentales, orientadas especialmente al campo de la prevención y atención sanitaria de calidad. En un comunicado emitido por la organización se detallan los siguientes objetivos de la campaña: “apoyar la expansión de los servicios de prevención, pruebas, tratamiento y atención de la hepatitis, con un enfoque específico en promover las recomendaciones de la OMS para las pruebas y el tratamiento; mostrar las mejores prácticas y promover la cobertura de salud universal de los servicios de atención de hepatitis; y mejorar las alianzas y la financiación en la lucha contra la hepatitis viral“.

Sobre la situación en la región de las Américas, la OMS estima que 3,9 millones de personas viven con hepatitis B crónica y 7,2 millones con hepatitis C crónica en el continente. Esta situación, se traduce en casos de enfermedad hepática (cirrosis) y cáncer de hígado que ocasionan más de 125.000 muertes cada año.

Ante esta realidad, el ente mundial recuerda a ciudadanos, profesionales de la salud y autoridades sanitarias que la detección oportuna de la enfermedad y el suministro adecuado de tratamiento puede salvar las vidas de miles de personas en todo el mundo. En el comunicado, se informa: “la hepatitis B y C son infecciones crónicas que no muestran síntomas durante un período largo, pueden ser años o décadas. Al menos el 60% de los casos de cáncer hepático se debe a las pruebas tardías y al tratamiento de la hepatitis virales B y C. La escasa cobertura de las pruebas y el tratamiento es la brecha más importante en la que se debe trabajar con el fin de alcanzar los objetivos de eliminación global para 2030″.

Según precisa la OMS, las actividades principales de este 28 de julio se llevarán a cabo en la ciudad de Ulaanbaatar, en conjunto con el Gobierno de Mongolia, donde se espera la asistencia de dirigentes de alto nivel, promotores y representantes de los pacientes de organizaciones mundiales, regionales y nacionales. En esos encuentros “se hará hincapié en las soluciones innovadoras y las alianzas necesarias para ampliar los servicios de diagnóstico y tratamiento de las hepatitis. Asimismo, se celebrará la estupenda experiencia que Mongolia ha aportado a la lucha mundial contra la hepatitis”.

Sobre la situación en Argentina, especialistas del país han alertado que la enfermedad ha ganado espacio por falta prevención. Este año, la agencia de noticias Telam divulgó datos oficiales según los cuales se calcula que 150 mil personas portan el virus de la hepatitis B y que 400 mil estarían infectados por el virus C en Argentina. Además, se estima que siete de cada diez personas afectadas con la C no conocen su condición, según declaró a esa agencia la hepatóloga Nora Fernández, miembro de la Asociación Argentina para el Estudio de las Enfermedades del Hígado (Aaeeh).

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